jueves, enero 26, 2006

En el cine: ¡Callate, leñe!

Ayer fuí a ver "Match Point" de Woody Allen. La película me gustó, Scarlett Johansson aparte. Pero hoy no os hablaré sobre la película, sino sobre esas pequeñas normas básicas de convivencia en los lugares compartidos, que se han perdido por completo. Y sobre todo: la asquerosa y triste incapacidad de aceptar las consecuencias de sus actos en público que tiene gran parte de la sociedad.

Cuando la película llevaba unos 10 minutos empezada, entra un pequeño grupo de personas y se sientan justo detrás de mí. Entran hablando demasiado fuerte para mi gusto, pero pienso que acaban de llegar de fuera y todavia no les ha dado tiempo a asimilar que estan dentro de un cine. Uno de ellos empieza a comer palomitas como si la vida le fuese en ello, no es que me moleste en exceso, pero me llama la atención tal voracidad. Como es la sesión de las 22h00 pienso que no habrá cenado. Al parecer también tiene mucha sed, porque sorbe su refresco como un cerdo bebiendo sopa. Hasta el momento estas molestias que cualquiera es susceptible de soportar cuando va al cine son perfectamente asumibles para este servidor. Pero dos de estos amiguitos no paran de hablar. Y cuando digo hablar, no digo cuchichear, digo hablar basicamente como si estuviesen en el salón de su casa. Mal empezamos. Empiezo a estar más atento a la conversacion de mis adorables vecinos que en la película y siento que me estoy poniendo de muy mal humor. Miro a mi alrededor, nadie dice nada. Decido concentrarme en la película, pero es humanamente imposible. Los amiguitos, que hablan en un tono completamente normal pero totalmente impropio de las mínimas normas de educación y el respeto por el prójimo deben de tener unos veintitantos por el tono de voz, y van acompañados por una chica, que si es educada. Siguiendo su conversación entiendo que son los típicos pseudo-cinéfilos que han venido a ver una película de Woody Allen porque les da una imagen mucho más inteligente, pero que realmente están allí para babear en cada plano en el que sale Scarlett Johansson. Free Image Hosting at www.ImageShack.usEl papea-palomitas-sorbe-sopas emite un gruñido propio de un quinceañero cada vez que sale la protagonista, y su amiguito, para suavizar dicha actitud responde siempre lo mismo: "Hay que ver como la explotan". Llevan 8 minutos así y ya soy incapaz de concentrarme en la película. Primer aviso: Hago un "Schhhhhh" muy bajito, a ver si se dan por aludidos. Evidentemente, no. Siguen comentando (porque es un derecho adquirido para cualquiera que va a ver una película independiente) como si estuviesen en una cafetería. Aguanto un par de minutos más. Vuelvo a mirar a mi alrededor y sorprendentemente nadie parece inmutarse. Deduzco que molestan pero que nadie se atreve a decirles nada. ¿Estamos todos tan acojonados con que nos rajen como para ni tan siquiera hacerle ver a un grupo de panolis que no están viendo un partido de futbol en el bar de su barrio? Me giro y miro a uno de ellos con cara de muy mala leche. Segundo aviso y primera sorpresa. Son bastante más mayores que lo que suponía: deben tener los treinta largos. Estoy que hecho humo. No son unos niñatos ávidos de quebrantar las normas sociales y dispuestos a vaciarte la spalómitas en la cabeza o a partirte la cara al salir del cine si les llamas la atención, no, son dos tíos hechos y derechos. Durante un par de minutos más aguanto la respiración. Pero siguen hablando, y por lo visto han hecho caso omiso de mí mirada. Se ríen y siguen soltando estupideces. No puedo más. Me giro y les digo en un tono no demasiado amable y que puede oir todo el cine: ¡Os podeis callar!. El cerdo sorbe-sopas se queda flipando. Me vuelvo, mucho más relajado. El otro se me acerca a a oreja y me dice: "Igual no". Se que no debo responderle, y me muerdo la lengua. Se que les he puesto en evidencia frente al resto del cine, y si fueran unos crios me increparían, pero como son mayorcitos, y tengo menos años que ellos, lo único que se les ocurre es responderme semejante tontería digna de un niño enfadado. Lástima que la gente no sepa asumir sus errores, pedir disculpas o simplemente callarse de verguenza. Pero no puedo enseñarle educación a quien no tiene. Eso si, se han callado.

Foto: Militia 04 secret, de stroinski.

3 comentario(s):

Blogger Hugo C. dijo...

Sí, es difícil encontrar gente educada hoy en día, y mucho menos que acepte las consecuencias de sus actos. Vamos a mejor, o como decían aquellos, "Vamos a más".

Por cierto, gracias por colgar ese vídeo de David Bravo, pero me he quedado a medias. Sabes si hay elink?

2/04/2006 09:03:00 p. m.  
Blogger ivancastell dijo...

Buscando en la mula "Noche sin tregua david bravo" he encontrado esto:

ed2k://|file|Noche%20sin%20Tregua%20entrevista%20a%20David%20Bravo.avi|85324150|47811D18FAF02B56DFCF95E29C1078C5|/
ed2k://|file|David.Bravo_Noche.sin.tregua_17.1.2006.avi|31102976|A3102BF3D5EF22A6A0A512EE3869DA64|/

Saludos =:B

2/06/2006 12:06:00 p. m.  
Anonymous Anónimo dijo...

hay que ver lo que se puede aprender en el culo del mundo

a ver, yo seria el primero en explotar. seamos realista, soy famoso por ello, y probablemente, les hubiese dicho: os quereis callar...banda de gilipollas!!.
ademas de explosivo soy malhablado.

total, que aqui en mauritania es divertido ir a sesiones de cine del centro cultural francés, dentro de la embajada de francia, y ver como los locales...bueno, son un poco igual. se sientan, de repente les suena el telefono - que por supuesto no han puesto en silencio - y no es que se den prisa en descolgar o en apagarlo, que va, a tomar por culo, dejan sonar. luego cuando descuelgan, pues eso, conversacion normal, a volumen normal.
los mauritanos como si nada, no es como si hayan ido al cine a ver la peli, en realidad van porque los que tienen mas dinero y son unos hijos de puta esclavizadores y ladrones, les gusta demostrar que se pueden pagar el cine y mezclarse con los expatriados blancos. total que entre ellos nadie se inmuta, mientras tanto, hay unos 200 expatriados, retorciendose en sus asientos sin decirles nada, porque claro...este es su pais y son sus putas costumbres.

hay veces que un par de hostias lo arreglan todo

Ricardo

2/09/2006 04:03:00 p. m.  

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