"Mirando por la cerradura"
Hoy ando un poco nervioso.
Disuelto.
Enroscado sobre mi mismo
como una hormiga
dentro de un bote de miel.
Como si me hubiesen retorcido
el estómago con unos alicates oxidados.
No sé, es raro.
Hay veces que las cosas más simples
se me escapan de las manos,
mientras que las cosas más complicadas
se me suben a la chepa
para que les dé de comer.
Una vez,
el enano de mi jardín
me dijo
que la vida no era
sino un cúmulo de circunstancias.
Y el tío que se escondía
con un cuchillo en la mano
en la esquina oscura
de mi habitación
añadió
que si las unes
descubres cual es el cámino
que te ha llevado hasta
la montaña donde estás subido.
A veces te encuentras con
que un libro cerrado
*es* un libro abierto
al que le has puesto un candado.
Me gustan
se abrán por si solas.
Me gusta esconderme y mirarlas
por la cerradura,
Me gusta descubrir
que mi estómago se retuerce
porque ese libro se ha abierto
y yo no estoy en la portada.
Siempre me ha gustado mirar.
Que le voy a hacer.
Pero llamad a la ambulancia
porque los alicates en el estómago
me están jodiendo vivo.
Gracias.
Extraido de "Mi cuaderno rojo".
Foto de sibaudio.
2 comentario(s):
No te ha gustado lo que has visto por la cerradura?
Un secreto: si dejas de apretarte con los alicates ya no duele.
Si que me ha gustado, si. Los caramelos de fresa me fascinan.
Los alicates es una mala costumbre que tiene uno...
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