Salou, mayo, chanclas, kurt, amor (y)


"Mis chanclas y el edificio"
Estamos en el mes de mayo,
y estoy aquí sentado con mi cuaderno rojo
de crío de diez años
en una playa de Salou,
y pienso:
Hay cientos de edificios aquí,
blancos, verdes, grises.
Algunos nuevos, si,
pero muchos viejos, si.
Y gente,
tanta gente que hasta dejan su
rastro encima de mi nariz años
después de que se hayan marchado.
A mi izquierda,
pasando por encima de la Laura,
hay un edificio más alto que el resto.
Son unas doce plantas,
y no consigo ver como se llama.
Da igual.
Me gustaría subirme ahí arriba.
Quizás sería más feliz ahí arriba.
Quizás dejaré de pensar ahí arriba.
Creo que podría ver el mundo entero
pintado de azul,
oler a pescado,
ver barcos,
hormigas,
papas bravas,
restos de botellones.
Me subiría,
me agarraría al pararrayos,
y ahí me quedaría a oler el viento.
Pero no,
no puedo.
Me he olvidado mis chanclas abajo.
0 comentario(s):